lunes, 9 de febrero de 2009

"LA CONFIANZA"



ELCHE Sabado 07 de Febrero de 2009
Una de las variables que puede afectar más las decisiones de gasto (consumo e inversión) de los agentes económicos son las expectativas económicas acerca de la evolución de una cierta economía. Lo que parece comprobado es que si estas afectan a un número significativo de agentes económicos pueden alcanzar una situación de “auto cumplimiento”. Para ponerlo sencillo, si todos creemos que va a producirse una situación de recesión y tememos por nuestros empleos, reduciremos el consumo e incrementaremos el ahorro (por precaución). Haciendo esto reducimos la demanda de bienes y servicios a las empresas, con lo que estas al no poder vender lo que han producido, reducirán el empleo. Nuestras expectativas se han cumplido.
¿Como se forman las expectativas de los agentes económicos acerca de una economía determinada o país?, es difícil de estimar. En una parte considerable depende de la confianza que se tenga respecto de la salud y competitividad de la propia economía así como de la capacidad de sus dirigentes para tomar las medidas adecuadas tras realizar un análisis correcto de la situación.
La confianza en los dirigentes políticos depende de su credibilidad. Esta variable es compleja puesto que se tarda tiempo en labrarse una “reputación” de líder creíble manteniendo las promesas que se han hecho, enfrentándose a los problemas con sinceridad y valentía, tomando medidas a veces dolorosas y poco rentables electoralmente etc. Sin embargo la credibilidad se pierde con facilidad y es relativamente costoso recuperarla. Una vez se coge a uno en una mentira o en una falsedad, la credibilidad desaparece y la reputación cambia.
Parte de estas reflexiones pueden extrapolarse a los países. Así observamos que suele decirse que tal o cual país tiene la reputación de hacer bienes de calidad, o de trabajar con una elevada productividad lo que les da una pátina de países “serios y rigurosos”. Otros por el contrario parecen ser países cuya principal virtud es una cierta indolencia ante el esfuerzo y el trabajo bien hecho.
En las situaciones difíciles los primeros tendrán mayores posibilidades de afrontar con éxito y salir antes de dicha situación que los segundos. Las decisiones de inversión por parte de las empresas también responderán a estas expectativas. En condiciones similares se adquirirán activos financieros de los países mas fiables y sólidos (los demás tendrán que pagar primas de riesgo), y la inversión directa de las grandes empresas se dirigirá también a este grupo de países. Por mucho que se ofrezcan tipos de interés elevados, ¿qué empresas invertirán en Argentina, Venezuela, Bolivia a medio y largo plazo tras observar que sus dirigentes políticos tienden a cambiar las leyes afectando a derechos legales nacionalizando o expropiando directamente sectores económicos en función de sus necesidades inmediatas?.

En España y en los últimos años se ha producido uno de estos episodios de quiebra de la confianza en nuestro sistema económico en uno de los sectores tan significativo como es el de la inversión en viviendas. Nuestro país esta siendo sometido a una investigación por parte del Parlamento Europeo ante las numerosísimas denuncias de ciudadanos de la Unión Europea que han visto afectados sus derechos legítimos de propiedad al aparecer y aprobarse leyes que se están aplicando con carácter retroactivo. Una de estas es la Ley de Costas. No solo se ha pretendido aplicar dicha ley con carácter retroactivo “nacionalizando” propiedades que eran legales, sino en el colmo de los disparates, sin ningún tipo de compensación a sus propietarios (salvo que de verdad se defienda la burla de que se le puede compensar a una persona a la que se le quita su propiedad dejándola que disfrute de la misma unos años). Este tipo de comportamiento hace que la credibilidad y reputación que se tiene en el sistema legal de este país en este campo quede seriamente afectado. Francamente si yo fuera un ciudadano extranjero me lo pensaría dos veces antes de invertir en un país que muestra tan poco respeto por el derecho de propiedad. Una vez abierta la puerta a la aplicación de las leyes de esta manera, ¿Qué asegura que no se volverá a hacer en un futuro con otros derechos?.
Parece ser que hoy el Gobierno empieza a dar pasos en una dirección mas acorde con dicho respeto, modificando levemente algo de esa legislación. No es suficiente para recuperar la confianza pero al menos muestra signos de haber entendido el varapalo que la denuncia ante el Parlamento Europeo puede significar para la maltrecha inversión residencial extranjera en este país. Una condena por parte del Parlamento Europeo a España puede afectar no solo a los fondos que, todavía, recibimos de Europa, sino a la credibilidad del propio país como destino de inversión.
La diferencia entre ser considerado un país poco serio y respetuoso de los compromisos que se han contraído y uno que lo es y por tanto goza de la confianza de los inversores internacionales, puede afectar a nuestro nivel de bienestar en una medida mucho mayor de lo que nos creemos.


Alfredo Masó
Presidente Asociación Vecinos Primera Línea Litoral de Arenales del Sol.

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