martes, 12 de mayo de 2009

Siguen los atropellos






Opinión
Juan Dávila García
• En el sur y norte de Gran Canaria son muchos los poblamientos que están en esta lista o rol de edificaciones amenazadas, las cuales todos conocemos por haberlas estado visitando durante toda nuestra vida, mientras que otras son respetadas por costas por el mero hecho de ser propiedad de los grandes terratenientes
La ley de Costas, 22/88 de 29 de julio de 1988, ha sido ampliada con dos nuevos apartados ampliándose así la Disposición Transitoria Primero, con el único objeto según los legisladores, de permitir la transmisión por “actos de inter vivos” de concesiones en el Dominio Público Marítimo Terrestre, teniendo el Ministerio derecho de “tanteo y retracto” por espacio de tres meses. Dado y como se está aplicando estas dos nuevas disposiciones es muy posible, que quienes las aplican estén vulnerando la Constitución, ya que si nos atenemos a las premisas legales que se citan no guardan ninguna relación con los atropellos que se siguen cometiendo y que si la ciudadanía no se revela impugnando estas arbitrariedades todo esto será el cuento de nunca acabar. El Derecho Civil, dice que el retracto, es el derecho de adquisición preferente en virtud del cual una persona recupera una cosa vendida a otro, por el mismo precio y las mismas condiciones pactadas en la compraventa……. y sigue diciendo: el retracto convencional es el que se puede establecer en los contratos de compraventa, por el cual el vendedor, salvo que se haya pactado lo contrario, pueda recuperar la cosa cuando el comprador la venda a un tercero en el plazo general de cuatro años. En el caso que nos ocupa, ni existe contrato de compraventa, ni el propietario actúa como vendedor, solo se le expropia o embarga y se le derriba la cosa, (sin derecho a percibir indemnización alguna como ocurre en los Anexos de Playa del Inglés y de Maspalomas), por consiguiente nunca tendrá opción a recuperar su propiedad, en cuyo caso el “retracto” no existe, vulnerando quienes llevan a cabo estas atrocidades, amparándose en la ley citada que es estulta, agresiva, lesiva, y que atenta contra los Derechos Fundamentales de los ciudadanos españoles, así como también contra la legalidad vigente, (como se observara a tenor de todo lo expuesto), que no se aplica con el rigor que debiera, beneficiando al poderoso en detrimento del humilde. Lamentablemente todos estos execrables actos se van seguir cometiendo, mientras la Justicia mira hacia otro lado. Ya han sido muchos los derribos que se han llevado a cabo, empezando por el de Cho Vito en Tenerife y si hoy alguien no lo remedia se derribara la última casa del Barranco de la Ballena en el término municipal de Santa Mará de Guía que serán en total cuatro con las tres derribadas la semana pasada. En el territorio peninsular se han llevado a cabo verdaderos atentados contra la misma historia, han sido derribados poblados pesqueros enteros con edificaciones de más de 200 años de antigüedad, el Restaurante Pepita en Cádiz un edificio construido en el siglo XVI, y otros están amenazados y sus derribos será cosa de días o como mucho de semanas. En el sur y norte de Gran Canaria son muchos los poblamientos que están en esta lista o rol de edificaciones amenazadas, las cuales todos conocemos por haberlas estado visitando durante toda nuestra vida, mientras que otras son respetadas por costas por el mero hecho de ser propiedad de los grandes terratenientes, que transgrediendo las normas sistemáticamente nadie se atreve a meterse con ellos por temor a su enorme poder dentro de la sociedad.
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También el abogado y portavoz, de la Plataforma Nacional de Afectados por la Ley de Costas, (PNALC), José Ortega, manifiesta: “que son más de 500.000 ciudadanos los que están sufriendo la política abusiva, no igualitaria y con carácter retroactiva que aplica el gobierno en los últimos años en relación al litoral”. Esta Plataforma al igual que la citada anteriormente, pretende luchar contra los supuestos abusos que se están produciendo en la aplicación de la Ley de Costas, por la Dirección General correspondiente, dependiente del Ministerio de Medio Ambiente, y que está afectando especialmente al levante español, Valencia, Alicante, etcétera y también a Canarias.

Comentarios

Autor: MERCHE
Gracias Sr. Dávila por ser tan valiente al comentar este Expolio que ha hecho el Gobierno.La mayoría de medios de comunicación a pesar de que han visto personalmente la mal aplicación de la Ley de Costas con arbitrariedad y sobre todo retroactivamente, no han publicado esta noticia de tan profundo calado para que llegue al corazón de la gente. Miles de ciudadanos honrados ven que de la noche a la mañana su vivienda con todos los requisitos legales ya no les pertenece, y les quieren dar una concesión que es lo mismo que a Robo encubierto. Todas las personas de bien, amamos el litoral, pero hay que ser honestos y no hacer demagogia poniendo legales e ilegales dentro de un mismo saco ( no por esto menos dramático ) Por vez primera entiendo perfectamente el significado de pertener a la UE pues es lo único que nos queda, defienden el derecho a nuestra propiedad legal que es lo que deberian haber hecho nuestros políticos, esto ha sido y es en toda regla un ABUSO DE PODER
Enviado el 12-05-2009, a las 18:06:37

Autor: GOYO
El Parlamento Europeo, a través del Informe Auken, pide a España que revise y en su caso modifique la Ley de Costas, para que no siga oprimiendo los legítimos derechos de los simples ciudadanos, mientras se pliega ante los poderosos. ¿Por qué somos más papistas que el Papa, por qué tan soberbios como para no reconocer que no se pueden aplastar aldeas centenarias, que no se puede quitar a la gente -sin nada a cambio- aquello que el propio Estado consintió que se adquiriera? ¿Por qué tanta retórica vacía en lugar de solucionar problemas reales? ¿Por qué "sostenella y no emmendalla"? ¿Sólo nos queda Europa?
Enviado el 12-05-2009, a las 19:53:33
Autor: Jon
Muchas gracias Sr. Dávila. Poca gente escribe con claridad lo que pasa en este país. Seamos claros: En España se están aplicando leyes con efecto retroactivo (En mi caso mi propiedad data de 1683 con sus escrituras y registros de propiedad anteriores a la implantación del estado moderno). En España se aplican las leyes de forma arbitraria (En el mismo deslinde que declaran a mi molino Dominio Público a los otros dos existentes los declaran privados. ¿como es posible si son tres construcciones en el mismo estuario con las mismas características y cotas). En España te quitan la propiedad sin costraprestación. (En mi caso no puedo acceder ni siquiera a la concesión) En España Costas actúa activamente en la destrucción del Patrimonio. (No me conceden autorización de arreglo del tejado de mi molino, vivienda, ya que no dispongo de la concesión, y no la puedo tener al haber fallecido mi madre, propietaria del molino, como bien me lo recuerda Costas. Las actuaciones de Costas desde el año 1996 han seguido una pauta muy clara: Prohibir actuaciones de mantenimiento en los diferentes elementos del molino para conseguir su completo deterioro. No respeta ni las resoluciones del departamento de Patrimonio de la Diputación de Bizkaia en un bien catalogado como monumento, no permitiendo las actuaciones de mantenimiento del los elementos del molino y correcta conservación del edificio). En España la Ministras encargada de Medio Ambiente falta a la verdad, ya que niega que la Ley se aplique de modo retroactivo y de materia arbitraria. Además afirma que la concesión supone una contraprestación al valor "incautado". En mi caso ni eso siquiera. Esto lo escribe un afectado, propietario, a la que la Administración le está usrpando la propiedad y dañando no solo mi patrimonio, sino con sus actuaciones está deteriorando un elemento patrimonial de alto valor. Información del molino Portu-Errota en Internet
Enviado el 12-05-2009, a las 23:20:23

domingo, 10 de mayo de 2009

ELENA ESPINOSA, LA EMPERATRIZ ENGAÑADA


Hace unos dos meses la Ministra tenía por el norte un acto público al que concurrió el presidente de la Plataforma Nacional de Afectados por la Ley de Costas, José Pedro Fernández, junto con otros afectados. Llevaban una pancarta, creo. La cosa era en el campo. Se acercó un policía, les preguntó si querían hablar con la Ministra, dijeron que sí y tuvieron un encuentro, pero el cambio de pareceres fue decepcionante, o más bien no hubo cambio de pareceres. La señora los acusó de estar engañando a la gente, de no ser tantos afiliados como decimos, de que no es cierto que todos los que están con nosotros son legales, etc.


Todo muy raro. En condiciones normales la Sra. Espinosa se habría limitado a decirles que no tenemos razón, que el gobierno no aplica la ley retroactivamente y todo ese rollo casposo que suelen soltar. Pero no. Les vino con detalles internos de la Plataforma. Sí, internos, y al mismo tiempo erróneos. Todo el mundo sabe que en la Plataforma no pueden entrar los que no tienen derechos o no tienen razón, en particular los que se han apropiado ilegalmente del dominio público. Es una condición que impuse en su momento, coincidiendo con la fundación, porque en caso contrario no podríamos presentarnos en sociedad mirando a la cara a nuestros conciudadanos, a los periodistas y demás familia. Y yo mismo sufro las consecuencias, porque he tenido que decirles que no a clientes del despacho en situaciones poco claras.

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El pasado miércoles la misma Espinosa estaba de nuevo por ahí, esta vez en Oviedo. Y el mismo José Pedro también. Lo acompañaban una vez más algunos compañeros y también dos de sus primas. Se quedaron en la vía pública con una pancarta, de forma totalmente inofensiva. Después entraron en el vestíbulo del hotel y un miembro del séquito imperial se dirigió a ellos.
-¿Quieren ustedes hablar con la Ministra?
El diálogo se volvió a reproducir de la misma forma que unas semanas antes. Que sí, que sí que querían.
-Voy a hablar con alguien del gabinete, pero no les prometo nada.
El personaje desapareció y a los pocos momentos los afectados recibieron una visita, pero no era la Ministra, ni el gabinete, sino diez policías nacionales como diez torres. Los tipos se acercaron, más chulos que una cuadrilla de toreros en celo, y les ordenaron que salieran inmediatamente del hotel, advirtiendo que como se pusieran tontos irían al calabozo.

Sí, sí. Sin bromas. Los pobres agacharon la cabeza y se quitaron de en medio con las tripas revueltas por la repugnancia. Toda una vida como personas de bien para que esos tipos con placas, porras y pistolones los trataran como escoria. Conozco a José Pedro y a los que lo acompañaban. El se dedica a hacer montajes eléctricos, una de sus primas vende pan, un compañero tiene vacas y fabrica yogur. Nadie te puede echar del vestíbulo de un sitio público como un hotel, excepto el dueño si estás armando bronca y la policía por razones de seguridad. No se daba ni una condición ni la otra. Aquellas personas eran los trabajadores que pagan con su esfuerzo, sus madrugones, su honestidad y sus impuestos los sueldos de esos ministros y esos policías, y son por tanto dignos del mayor respeto.
Pero claro, esta Ministra Elena Espinosa, que se cree lista pero al parecer se deja manipular como una adolescente con granos, no tenía nada que hablar con José Pedro ni con sus primas teniendo en cuenta que ya les había vomitado encima la vez anterior, que ya se había desahogado echando fuera la bilis y que ya se había quedado tranquila al repetir como un loro las idioteces que le había inoculado ese posible personaje frustrado y despechado a través de ese otro posible personaje que tiene una pata en cada sitio y que hace de posible e hipotético correo. Así que de diálogo nada. Unos cuantos golpes de porra era lo que necesitaban los electricistas, ganaderos y panaderos que estaban allí, esperando pacífica e ingenuamente que la señora los escuchara.


En navidad le pedí audiencia. Me contestó con una carta en la que me decía que el día tiene 24 horas y una frase como ésta: “lo que sí no le tolero es que critique a equipos anteriores”. Dejando aparte su pintoresco uso de la gramática, si dos iguales están en la barra del bar y uno le dice al otro que no le tolera que hable mal de su cuñada, o de Maradona, esto no es más que un recurso verbal. Pero si el que prohíbe o no tolera es la Ministra, y se lo dice a un ciudadano, la cosa cambia. Entonces ya no es un recurso mental, sino la Santa Inquisición con faldas y a lo loco.
Creo que no se dio cuenta cuando me escribía esa cosa. Un Ministro no puede prohibirle a un ciudadano que critique a equipos anteriores o lo que le dé la gana. No tiene más remedio que tolerarlo, son las reglas del juego.
Después le volví a pedir audiencia. Está en un blog anterior. Nada de nada. Ella recibe a otros colectivos, no a nosotros. A nuestros enemigos internos las intrigas y los sabotajes les funcionan de maravilla.
A mí también se me revuelven las tripas ante lo que pasó el otro día en Oviedo, pero procuro no ponerme tenso porque sé que a todos éstos la historia les va a pasar por encima. Y también a los patosos que fingen ser compañeros de trinchera y nos acuchillan por la espalda.
José Pedro, Blanca, José Luis, Isabel y todos los que estaban ese día se tragaron un marrón por todos los afectados de España y todos deberíamos estarles agradecidos. El calificativo más apropiado que se me ocurre para ellos es el de héroes populares. Héroes de la paciencia, la honestidad y el civismo. Es muy duro esto de tragarse las humillaciones de unos tíos machotes armados hasta los dientes que pueden hacer contigo lo que quieran aunque tú no hayas hecho nada. Claro que, bien pensado, a lo mejor los trataron tan mal por lo que decía la pancarta:
AFECTADOS POR LA LEY DE COSTAS DE NUEVO OS SALUDAN
La Ministra, sus asesores, su gabinete, el comisario de policía, el jefe de seguridad o alguna otra mente lúcida debió pensar que se trataba de un mensaje subversivo. Puede que en clave.
Son José Pedro, sus compañeros y los ciudadanos como ellos los que por fortuna sostienen el país. Son lo que hace que España merezca la pena. Ellos y no esas emperatrices de opereta capaces de ceder a la espantosa tentación de utilizar a las fuerzas de orden público para ofender y humillar a personas inocentes de todo mal. Los malos gobernantes pasarán y cuando nadie los recuerde los ciudadanos seguiremos adelante, construyendo un país libre y digno.


José Ortega