sábado, 22 de noviembre de 2008

«Sabía que si nos enfrentábamos a proyectos urbanísticos especulativos íbamos a durar poco»

POR PALOMA CERVILLA. FOTO NIEVES SANZ


ENTREVISTA A JAVIER CASTROVIEJO,
tras su cese como Presidente del Comité
“Hombre y Biosfera”.

-¿Cuáles han sido las causas de su cese?

-Las causas exactas de mi cese y de la disolución del comité
habría que preguntárselas a la ministra de Medio Ambiente.
Cuando el comité comenzó a ser consciente de que había una
serie de actividades urbanísticas de especulación en zonas
reserva de la biosfera y determinó enfrentarse, yo ya dije que esto
iba a suponer nuestra desaparición. Éramos conscientes de que si
intentábamos interferir en los planes de urbanización y
especulación dentro de la reserva íbamos a durar poco.

-¿Por qué lo intuía así?
-Porque ya lo había vivido como director de la Estación Biológica de Doñana, cuando me tocó oponerme
a una urbanización que se quería hacer en las Marismilla, y también por lo que vi con Costa Doñana. Con
lo que está pasando, dije, de esta no pasamos, porque los intereses económicos que hay son
inimaginables. Acordamos hacer lo posible para frenar esta hecatombe que está cayendo en las reservas
de la biosfera.

-¿Cómo se produjo su cese?
-No fui avisado y no se pusieron en contacto conmigo. Sólo me mandaron una nota de prensa del
Ministerio de Medio Ambiente.
-¿Qué relación habían mantenido con el Ministerio?
-Hablé con ellos muchas veces, sobre todo por la negativa a darnos los fondos que existían para hacer
unos informes previos sobre la situación de las reservas de la biosfera. En otra ocasión nos mandaron
una carta, con muy poco tiempo, para hablar del futuro del comité. El Ministerio quería cambiarlo
mediante una orden ministerial y nosotros entendimos que no tenía sentido.

-¿Qué querían hacer con el comité?
-Era muy confuso. La orden quería ponerlo en manos del partido político de turno, con la entrada de
sindicatos y representantes autonómicos, una cosa inusual. Ante esta orden, el comité dejó oír su voz, la
orden no salió y crearon otro comité.

-¿Se habían convertido en una voz incómoda para el Gobierno?
¿Han intentado silenciar su voz?
-No sé si fuimos incómodos, pero cumplimos con nuestro deber. Los
independientes nunca son bienvenidos y no me extrañaría que
quisieran silenciar nuestra voz, pero a mí no me van a poder silenciar
nunca, voy a decir siempre lo que crea oportuno cuando lo crea
conveniente.

-¿Cuándo alertaron a la ministra de los proyectos especulativos?
-En enero de 2005. Solicitamos fondos para hacer un estudio y nos lo negaron de una forman tajante. Yo
pregunté por qué y me dijeron que porque podría crear conflictos políticos. Alertamos sobre el hotel El
Algarrobico en Almería, los Merinos norte y sur en Ronda, actuación en Sallent de Gallego en Ordesa, la
situación imposible en La Mancha húmeda, la anunciada urbanización en Pandorado, dentro de la reserva
de la biosfera en León y las minas a cielo abierto en Laciana, también en León.

-¿Esta situación no se había producido con Gobiernos anteriores?
-No. La ola de movimientos especulativos dentro de la reserva empezó en 2004. Esto no es comprensible
en casi ningún país del mundo. Veo los hechos y no se atajan, se divaga. Los estados de Derecho tienen
medidas suficientes para parar este desastre. ¿A quién pretenden engañar o a qué juegan?

-¿Qué le parece la polémica sobre si Los Merinos es o no reserva de la biosfera?
-Claro que lo es. Está reconocido por todas las partes y por la propia Junta de Andalucía. Es tan
bochornoso lo que está pasando, es tal la pérdida de moral con la especulación del territorio fuera y
dentro de la reserva, que no hay palabras para describirlo. No entendemos cómo los políticos permiten
esto. Es, sencillamente, inadmisible. El anterior comité estaba horrorizado con el proyecto de Los
Merinos, no hay adjetivos para describir que se hayan hecho unos viales y se transformen en circuito de
velocidad.

-¿Qué piensa sobre la presencia de destacados políticos socialistas, como Montaner y Solana, en este
proyecto?
-¿Qué quiere que piense? ¿Vamos a pensar que hacen esto por amor a las razones sublimes de la ética
y la moral? Todo el mundo se puede imaginar para qué están ahí. Hay cifras de dinero colosales y la
primera cosa que habría que hacer es pedir las perspectivas financieras y de inversión.
-El Gobierno ha anunciado nuevas medidas contra la corrupción urbanística ¿Piensa que serán eficaces?
-A mí que no me hablen de las promesas de los políticos. Esto hace mucho que se produce y la única
novedad es que aparece en los medios de comunicación porque estamos en una situación límite. Estos
disparates se tienen que parar.

jueves, 13 de noviembre de 2008

“España limpia sus costas”.

LA MONCLOA
Revista de Prensa Internacional
jueves, 13 de noviembre de 2008

LEY DE COSTAS

De Standaard (Bélgica) Artículo firmado por Corry Hancké: “España limpia sus costas”.
“El Gobierno español ha rescatado del baúl del olvido la llamada Ley de Costas de 1988, que protege y convierte en propiedad pública los primeros cien metros tierra adentro desde el límite interior de la ribera del mar. La idea inicial del legislador era proteger la línea costera del descontrolado frenesí inmobiliario, pero en realidad las autoridades locales hicieron a menudo la vista gorda, ya que los ingresos generados por los permisos de construcción y el consiguiente crecimiento de la población permitían llenar las arcas municipales”.
“Gran parte de las costas españolas se convirtieron en una selva de hormigón y todo hace pensar que los recientes fraudes inmobiliarios incitaron al actual Gobierno socialista a ponerse manos a la obra. La Ministra de Medio Ambiente decidió aplicar con rigor la Ley de 1988, y ha previsto un presupuesto de 5.000 millones de euros para sanear las costas españolas. Los propietarios de viviendas ubicadas en ‘zonas protegidas’ serán desahuciados y sus viviendas destruidas”.

La Moncloa

Articulo Frankfurter Allgemeine Zeitung ( traducido al Español)

Articulo Frankfurter Allgemeine Zeitung 11 de noviembre 2008

Y te quedas sin tu casa

El gobierno español expropia propiedades en la playa. Esto afecta también a muchos propietarios alemanes.

De Leo Wieland

El Saler, en noviembre, Manfred Stier, tiene motivo para temer, que un día no muy lejano llame a la puerta de su hotel de 5 estrellas en Valencia la empresa de demolición. El hotelero alemán que gerenta su hotel desde hace más de un cuarto de siglo en el parque natural y que también participó en la recuperación de las dunas entre la playa y el muro de su jardín, de pronto por decisión de las autoridades ha construido demasiado cerca del agua.

La carta del Ministerio de Medio Ambiente que recibió el 4 de julio, cayó como un rayo. En esta se enteró el Presidente del Grupo Sidi que la propiedad en El Saler que fue adquirida legalmente, inscrita en el Registro y abonado los impuestos, ahora estaría sobre suelo oficial y pertenecería al estado. Este en baso a la ley de costas de 1988 ha trazado una nueva línea de separación entre lo publico y lo privado. Si antes esta pasaba por delante del hotel, ahora pasa por detrás.

A un tiro de piedra de este oasis de lujo plantada de palmeras se encuentra la pequeña urbanización La Casbash. Allí hay unas 80 casas nada ostentosas que pertenecen a ciudadanos de clase media españoles y extranjeros, si excluimos un rico jugador de fútbol y un profesor de Harvard. Porque también todos ellos están afectados por la inesperada redefinición de su propiedad a suelo oficial. Una de ellos es la profesora de lengua francesa Martine Lavergne y su marido español Juan Miguel Terradez así como el Ingeniero Clifford Carter, pensionista británico y su mujer española María José Ruiz Giner, de sus padres heredó la pareja esta bonita Finca.

A poca distancia de la Casbah se encuentra un Parador Nacional – así se llaman los hoteles del estado casi siempre ubicados en edificios históricos- que en su día se construyó más cerca del agua que el Hotel de la compañía comanditaria alemana. Su director, sin embargo, no recibió ninguna carta de expropiación del Ministerio de Medio Ambiente, sino que después de la mediación del Ministerio de Turismo únicamente la comunicación de que en este caso, la línea de delimitación se había trazado alrededor del Parado, así que todo se quedaba como estaba. Esto realmente no hubiera sido necesario ya que los Paradores de todas formas pertenecen al estado.

¿Que pasa en las playas españolas? ¿Porque temen de repente por sus casas propietarios españoles y extranjeros, desde la Costa Brava hasta la costa atlántica, excluyendo Portugal, y desde las Baleares hasta Canarias? Porque en algunos casos espectaculares las maquinas de derribo ya han venido y ha aplastado aquí un Restaurante, allí un chalet o simplemente una choza? ¿Se han convertido los militantes verdes del gobierno de Madrid y de la justicia después de décadas de enladrillar de forma salvaje y rentable la vista al mar, de la noche a la mañana en poseídos?

No del todo, porque detrás de la ley de costas hay muchas buenas intenciones. En el fondo se trata de algo encomiable: el acceso libre de todos a todas las playas, la protección del medio ambiente y la seguridad de los ciudadanos ante el aumento del nivel del mar debido al cambio climático y que simplemente inunde las propiedades de los que allí habitan. No hay mucho de alegar en contra de esto.

Las dudas y protestas en cambio se dirigen contra los métodos con los que se imponen de forma selectiva estas reglas que no están claramente definidas, y las preguntas ¿se puede aplicar una ley de forma retroactiva? ¿Se puede expropiar sin una indemnización adecuada? ¿Donde está la seguridad jurídica? Y además se añaden algunas otras preguntas por una posible “agenda secreta” de los políticos, cuando el estado se reserva el derecho de dado el caso construir sobre la franja nuevas urbanizaciones o cualquier otra cosa.

En la España de los escándalos en la construcción, la especulación, la corrupción entre los políticos locales de todos los colores y en todas las regiones así como la burbuja inmobiliaria que acaba de estallar, no todo el mundo entiende que detrás de las nobles metas de la ley de costas se escondan únicamente motivos de índole humanitarios y naturales. Los propietarios, que con cariño y empeño han cultivado sus jardines y ayudado a mantener la playa limpia y accesible, no están muy convencidos.

Mientras tanto han creado una plataforma civil de protesta que cuenta ya con 20.000 propietarios confusos y enfadados. A lo largo de los 7880 kilómetros de costa española, de la cual un cuarto son playas, se añadirán muchas más en cuanto den comienzo los nuevos trazados de los límites. Las estimaciones llegan hasta medio millón de familias – 85% españoles y el resto extranjeros venidos sobre todos del lluvioso norte de Europa. Los más afectados son los ciudadanos británicos lo que ha motivado la presión sobre el gobierno de Londres y la diplomacia. Una “ola alemana” podría seguir, porque el caso del urbanista de Darmstadt Thomas Müller cuya propiedad en La Gomera fue convertida en un centro cultural, la casa adosada de Nordhild Köhler de Wiesbaden en Formentera o la casa de Gabriele Schmid de Frankfurt en el último pueblo de pescadores ya no son casos individuales amenazados.

Como los países socios europeos se mueven sobre un filo fino entre la representación de los intereses de sus ciudadanos y la no intervención en los asuntos internos de España, sus intervenciones hasta el momento se han mantenido dentro de un marco más o menos discreto.

La plataforma de los afectados por lo tanto ha puesto sus ojos en Bruselas, se ha quejado ante la comisión europea y hace poco ha entregado con éxito una petición al Parlamento Europeo en Estrasburgo. En España se dirigieron al defensor del pueblo y a los ministerios responsables del gobierno socialista del Presidente José Luís Rodríguez Zapatero. Desde que llegó a la Moncloa y desde que Cristina Narbona, ministra de medio ambiente de ideología verde en la primera legislatura –ya no forma parte del gabinete- se hizo cargo del asunto, después de años tranquilos, le ha dado un nuevo empuje a la realización de la ley de costas.

Esta en los puntos cruciales está formulada de forma equivoca. En el futuro deberá existir una franja costera de 500 metros de ancho con tres zonas protegidas diferenciadas. La disputa es por la primera “la zona de playa estatal”. La frontera se debe trazar por donde, pasando por la arena y las dunas, llegarían las olas en una marea o durante una tormenta. Este hecho da mucho juego a los inspectores del ministerio y a los encargados locales de trazar nuevas fronteras entre lo que es el nivel del agua en una tormenta de verano y un tsunami. Y si la erosión causada por la ampliación del puerto de Valencia se ha “comido” en pocos años la vieja playa delante de la Casbah, sus habitantes sin comerlo ni beberlo se queda en calzoncillos.

Ahora no siempre y en todos los sitios se expropia. La ley mas bien prevé una solución interina para aquellos propietarios cuyas casas son legales – otra cosas para los que están en una zona ilegal gris- pueden pedir dentro del deslinde una concesión de vivir 30 años en la casa incluso quizás conseguir una prolongación. Pero no pueden vender sus casas ni tampoco heredarlas. No pueden modificar constructivamente nada ni tampoco renovar la casa sin un permiso excepcional. Y si la propiedad un día se tiene que derribar hay una cosa clara que no existe indemnización. El pago de indemnizaciones en tales dimensiones el estado español no se lo puede permitir porque superávit de los presupuestos del estado se han fundido con la crisis económica.

Al hotelero Stier le recuerda este procedimiento a un Leviatán estatal (bestia marina o criatura mitológica-bíblica), que dice a un propietario de coches “Todavía puedes conducir tu coche algún rato y puedes repostar, pero no repararlo ni venderlo. Y un día de estos te vamos a quitar el coche”. Estas perspectivas han llevado al abogado José Ortega de Valencia a defender la plataforma de protesta y a subirse a las barricadas. Este hombre pensativo, no tiene nada contra la ley de costas, pero todo en contra de su aplicación fraudulenta y debido a su empeño se ha convertido en el enemigo más querido de los tribunales nacionales y de los tribunales regionales. A pesar de ciertos éxitos en correcciones de los deslindes continua Madrid sin inmutarse, diciendo “la ley es la ley”. También el Tribunal Constitucional español mantiene en pie el contenido de los textos de la ley.

La semana pasada Ortega, quien se enfadó vehementemente porque las victimas han sido personas socialmente débiles que no podían pagar un abogado, tuvo una cita con el Ministerio de Media Ambiente, con su directora general de la conversación de la costa Alicia Paz Antolin y el secretario general de la mar Carlos Martín Fragueiro. A continuación Ortega tenia el presentimiento de haber dado algunas sugerencias que han dado de pensar a estos señores. Pero de momento solo se quedó en una declaración de intención de dialogo. Sin embargo, los propietarios de casas en Valencia confían en la comprensión activa Vicepresidenta del Gobierno, Maria Teresa Fernández de la Vega cuya circunscripción electoral es Valencia, aunque en las últimas elecciones no se puede decir que haya acabado brillantemente. En otros lugares los Ayuntamientos apoyan la propiedad y estancia de sus ciudadanos.

El que se pasea en un tranquilo sábado por la mañana por la Casbah oye alemanes y holandeses comentar su situación kafkiana y los ingleses hablan de la pesadilla orwelliana. Mientras su mujer hojea albúmenes familiares con las fotos de sus hijos “desheredados” de las vacaciones de verano, Clifford Carter habla sobre el principio del fútbol, que no se pueden cambiar las reglas en mitad del juego y cambiar los postes de la portería. Pero no se trata de un sentimiento de injusticia subjetivo sino más bien de las consecuencias de una “ley de apisonadora” que probablemente aun se debe corregir.

Un vecino de los Carters por ejemplo, sin saber nada y atendiendo a todas las normas, registros de la propiedad, impuestos y tasas, compró hace un año su casa en la Casbah por 600.000 euros. Cuando su banco azotado por la crisis económica se enteró que había recibido una de las temidas cartas del estado, inmediatamente le han anulado la hipoteca. Ahora él, aunque está a una distancia considerable de la playa, económicamente está el agua al cuello. Ahora se pregunta el hombre si el propietario anterior posiblemente había oído campanas a tiempo.

miércoles, 12 de noviembre de 2008

Los habitantes en la costa reprochan a España de expropiación arbitraria

LA MONCLOA Revista de Prensa Internacional
miércoles, 12 de noviembre de 2008

http://www.la-moncloa.es/serviciosdeprensa/boletinprensainternacional/_2008/boli20081112.htm

LEY DE COSTAS

NRC Handeslblad (Holanda) Corresponsal Steven Adolf: “Los habitantes en la costa reprochan a España de expropiación arbitraria”
“Según la ‘Plataforma Víctimas de la Ley de Costas’, cien mil propietarios de viviendas y terrenos a lo largo de la costa se ven amenazados por la expropiación. Entre ellos que se encuentran muchos extranjeros. Gran Bretaña y Alemania han pedido explicaciones al Ministerio de Medio Ambiente. El embajador holandés mantiene estrecho contacto con su colega británico y alemán. Sobre todo quieren saber si Madrid respeta los principios elementales de protección y seguridad jurídica…La Ley de Costas se aprobó en 1988. El objetivo era garantizar la seguridad y el carácter público de las costas españolas. No se podía construir muy cerca de la playa”.
“Durante 20 años no se ha respetado dicha ley. España llenó su línea costera despreocupadamente de colosos hoteles y de paraísos vacacionales. Con ello se obtuvieron grandes beneficios que también alcanzaron las arcas de los ayuntamientos que concedieron las licencias. Hace algunos años, la ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona, puso final a esta situación. En medio de escándalos de corrupción en la construcción y en el aparato político sobre complejos de hoteles que se alzaron cerca del mar, Narbona ordenó una aplicación estricta de la Ley de Costas…No sólo la Ley de Costas ocasiona fuertes problemas, así en la región de Valencia se pueden expropiar pequeñas parcelas si se encuentran en una zona donde se ha proyectado un gran plan de desarrollo…La Plataforma ha pedido al Parlamento Europeo que se pronuncie acerca de la Ley de Costas.”

martes, 11 de noviembre de 2008

El Estado español expropia solares y bienes inmuebles en la playa, lo que también afecta a muchos propietarios alemanes.

LA MONCLOA Revista de Prensa Internacional
martes, 11 de noviembre de 2008
http://www.la-moncloa.es/serviciosdeprensa/boletinprensainternacional/_2008/boli20081111.htm


LEY DE COSTAS
Frankfurter Allgemeine Zeitung (Alemania) Crónica de Leo Wieland: “De repente tu casa ya no está” (Subtítulo: “El Estado español expropia solares y bienes inmuebles en la playa, lo que también afecta a muchos propietarios alemanes”):
“¿Qué está pasando en las playas ibéricas? ¿Por qué tiemblan de repente, desde la Costa Brava hasta el Atlántico –exceptuando a Portugal–, así como en las Baleares y en Canarias los propietarios españoles y extranjeros por el futuro incierto de sus casas? ¿Por qué en algunos casos espectaculares ha irrumpido ya el bulldozer para apisonar aquí un restaurante y allá una mansión? ¿Acaso, en vistas de décadas de hormigonado salvaje y lucrativo en todas partes de la primera línea de playa, los ecologistas militantes en el Gobierno y en la Justicia de Madrid se han convertido en maníacos de la noche a la mañana? No del todo, puesto que tras la Ley de Costas se encuentra un conjunto de buenas intenciones”.
“En el fondo se trata de algo loable: el libre acceso del público a las playas, la protección medioambiental y la seguridad de los ciudadanos en el caso de que, en el transcurso del recalentamiento climático, el nivel del mar ascendiese de manera peligrosa y arrollase sin más los inmuebles de los vecinos. Contra esto no habría mucho que objetar. Sin embargo, las dudas y protestas van más bien dirigidas contra los métodos de aplicación selectiva de unas reglas que no están definidas precisamente con especial claridad. Al mismo tiempo se plantean las siguientes preguntas:
¿Puede aplicarse una ley con efecto retroactivo?
¿Puede expropiarse sin una correspondiente indemnización?
¿Dónde está aquí la seguridad jurídica?”